Tercera semana...



C O N T E X T U A L I Z A C I Ó N 



Esta semana, es la Semana Santa en Costa Rica. Normalmente, dependiendo de los intereses y creencias de las personas, la semana se aprovecha para ir de paseo a las playas o bien, como momento de reflexión. Sin embargo, en este momento las playas se encuentran clausuradas, la restricción vehicular impuesta por el gobierno es aún más estricta y las salidas al supermercado o a la farmacia son aún menos frecuentes y resuena la frase de #porfavorquédateencasa. 

Creo que nadie se imaginaba estar atravesando esta situación hace algunos meses atrás, aún cuando el virus había sido descubierto en China, se veía como algo lejano que "no nos tocaría", pero una vez más la vulnerabilidad humana muestra lo contrario y ahora solo nos queda, aprender las moralejas de esta realidad y no volver a cometer los mismos errores. 


R E F L E X I O N E S

  • Invadiendo lo que pertenece


Las fotos en blanco y negro fueron tomadas del artículo "los efectos del coronavirus en el paisaja urbano", mientras que la foto a color, la capturé durante la mañana cuando regresaba del supermercado. Por mi casa es normal ver de vez en cuando una iguana tomando el sol, sin embargo, por primera vez salieron todas las iguanas a asolearse en la calle, aprovechando que ya casi no pasan los carros. Esta situación me hizo indagar un poco, de cómo en otros lugares también se ha dado el regreso de la fauna "salvaje" a la ciudad. 

En el artículo mencionado anteriormente, el autor habla de cómo mientras las personas se resguardan en sus casas, los animales siguiendo su información genética, volvieron a los lugares que alguna vez les pertenecieron y que por nuestro egoísmo nunca establecimos ninguna relación armoniosa, sino más bien los relegamos. Tal y como película de ciencia ficción, los animales están libres y nosotros encerrados, dejando ciudades desoladas. 

Si miramos con ojos críticos, tenemos que repensar el modelo de vida insostenible que estamos acostumbrados a vivir. Optar por soluciones inclusivas con los demás ecosistemas, apostar por la mitigación de los efectos del cambio climático y promover ciudades más sostenibles.  


  • Aprovechar nuestros recursos
Esta semana sin duda ha sido de introspección, pero también de apreciar lo que muchas veces damos por sentado. A través de este tiempo de cuarentena, me he dado cuenta de la importancia de tener algún espacio verde dentro de la casa o al menos cerca de, pues si bien, en mi caso no es el más agradable de todos (menos que aún no llueve), el hecho de tener una espacio donde se pueda tener contacto con el exterior, se vuelve relajante. 

Los efectos positivos de tener un jardín y aún mas de destinar una parte de ese jardín a cultivar frutas y vegetales, son bastante significativos. Cada vez hay más demanda de alimentos y no siempre los cultivos son suficientes para abastecer la población, en la situación que vivimos actualmente respecto al COVID-19, muchas familias se han quedado sin sus alimentos básicos. De ahí que poco a poco se vuelve indispensable las huertas familiares. 

En un artículo que encontré sobre los efectos positivos de las huertas familiares, mencionan los siguientes beneficios: 

  • La generación de ingresos monetarios y de trabajo, debido a producción de los cultivos fuera de estación;
  • El mejoramiento de la seguridad alimentaria;
  • El aumento de la calidad alimentaria gracias a la mayor diversidad de la ingesta;
  • la disminución del riesgo debido a la mayor diversidad productiva;
  • El mejoramiento del medio ambiente como consecuencia del reciclado de los desechos, la protección del suelo contra la erosión y la protección de la biodiversidad local.



Comments