Desde antes que comenzara la cuarentena había comprado una compostera tipo "tómbola", en donde tiene dos compartimientos que básicamente primero se llena uno de ellos, con materia orgánica (cáscaras de frutas, de huevo, hojas secas) y aserrín comprimido y luego se deja reposar por 15 días, mientras se llena el otro. Empecé a compostar desde entonces todos los desechos orgánicos de mi casa y aunque estaba un poco incrédula de que sirviera la compostera, seguí las recomendaciones que venían en el manual.
Al cabo de 15 días, se llenó el primer compartimiento. Lo dejamos reposando otros 15 días mientras se llenaba la otra mitad y hoy ya pudimos sacar el compost.
Es increíble ver el proceso de descomposición de todos los residuos orgánicos y cómo cuando vaciamos esa primera mitad, había muchos gusanitos que nacieron ahí. Fueron casi 3 cajas de compost que salieron y no puedo estar más feliz de saber que estoy generando menos desechos y que pronto voy a tener suficiente para empezar a sembrar frutas y hortalizas. Aunque todavía me falta darle más forma a la idea de huerta comunitaria, veo esto como un primer paso para llevar a cabo el proyecto.
Un poco de fotos del proceso...
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